«perdimyento a sus contrarios no podian, y con las lagrimas d·estos, los otros dubladamente reyan, entregado este señor de·los biuos enemigo de·los muertos en manos de sus contrarios en estrechas carceles puesto, estauan ordenando que muerte se le daria y buscauan alguna diferencia en ella a la de·los hombres porque por ser dios alguna honra y acatamiento se le hiziese, y porque ellos no podian hallar muerte tan honrosa y ponposa como»