«grandezas del cielo, dios a quyen mas de·los dioses obedescen rey y domjnante de·los vmanos desbarato y destruymyento de·los desagradescidos muertos, gloria de·los tuyos porque a ti señor nada se asconde de como y con que gana tus sieruos te han seguydo el tu jnfinito saber sin que se diga bien sabe el premjo que nuestros trabajos merescen, y no para te pidir mercedes en tiempo de necessidad somos aquj venidos, mas a»