«cuyas manos besando con reuerencia non menos que deuo. A ti por cuya absencia lealtad afflige et multiplica el mi licito deseo. Tu syn culpa et io con iusta rason querellosa de quien me quexare o a quien me querellare de ti sy non a ti solo en cuyo poder toda mi esperança biue? E contempla por Dios s una hora en·el dia en quien tanto te ama. E piensa en espacio de treynta annos quanto»