«que avia rescibido: quito le quasi del todo las orejas grandes e fermosas de que resplandescia. E sorriendo se d·el dixo. Porque non fuyste contento de aquellas cosas que la natura e fortuna te dio: te quito las orejas: porque te acuerdes para siempre d·esta correcion e assi con temor gemiendo vses de tu vida. Esta fabula amonesta que non deue alguno cubdiciar las cosas agenas: porque non pierda lo que antes»