«ende seguridad para siempre. Iten a .xxxiiij. capitulos de Ezechiel. Moraran con fiuza sin temor alguno. E en·el primero de·los Prouerbios. El que me oyere, sin temor folgara, e gozara de·la abundancia quitado el miedo de·los males. Onde san Augustin dize. La seguridad eterna faze esmerada e perfecta la bienauenturança de todos los bienes celestiales. La qual sola si falleciesse: todos los bienes celestiales, quantoquier dulces»