«la palabra cubre el defallimiento del onbre en·el. Yssopo se lee, queriendo tocar en·el viçio de·la legoteria, como vna vegada fue vn cueruo, que traya en·el pico vn formaje fresco, e la raposa veyendo·lo penso como lo podria aver; tanto que conosçio que en ninguna manera non lo podia aver sinon lagoteando, e començo·le a dezir: conpadre, mucho me plaze el vuestro dulçe canto, e»