«l çielo e su cabeça toca fasta las nuues, a·la fin le conuernia caer e tornar a perdida e a menos. Ihesus Sidrach dize: horgullo es orible delante Dios. La palabra del hergulloso es maliçia colorada con razon. A la fin guarda que tus palabras non sean maliçiosas, que razon nos conuerna de tornar. Retiene·te de toda palabra vçiosa, que enseñadamente nos conuiene parlar. Que ninguno deue dezir cosa que sea»