«para siempre catiuos rescatar os destruyr os: y ahun fazer a mi voluntad de vuestras personas: mas nunca Dios mande que dexe de mirar a quien soy: la real sangre de Aragon no sabe sino perdonar vsar de real clemencia con·los afligidos: y a·los atribulados y puestos en tanta desauentura apiadar los y subuenir los: y assi quiero que sintays primero la nobleza real la mansedumbre clemencia y virtud de·la casa de Aragon»