«nuestras manos ni ahun las huestes muy proueydas quando las saetas de Dios van contrarias a los pensamientos de·los poderosos? Quien dio a Sisara tan esforçado en·las batallas en manos de sola vna mujercilla para vna muerte tan rebatada: tomares enxemplo los grandes monarchas y padres del pueblo y cobren espanto los que menos pueden y mucho presumen: por que la victoria no es en las fuerças de·la gran hueste ni en voluntad de·los»