«y vida nuestra: y echad de nos la yra y saña de·la vengança vuestra: no entreys señor en juyzio comigo que ninguno ante vos parecer puede justo. Con aquestas deuotas y otras semejantes palabras reconoçia reclamaua y recurria a su dios: amansaua su yra y ganaua tanta parte con Dios que nunca siniestro le podia empeçer: mas todas las cosas le salian tan fechas que manifiesto parecia que Dios era con·el y que guiaua»