«otro le dixo: o Dios he quanto as bellas vestiduras sobre ti ! aquel respondio: los omes non se conosçen por las vestiduras, mas por los fechos. E dixo el otro: quien te ha fechos asy redondos los cabellos e fermosos? Aquel respondio: la virtud non es en los cabellos, mas en·el coraçon. Dixo el otro: o señor rey, guardat·vos de Guardia, ca el es espia,»