«siguiente año el mesmo labrador yendo por aquella senda: fablo le la culuebra. Donde vas amigo? El qual le respondio: voy a sembrar el campo. E dixo la culuebra: guarda te non siembres tierras de regado: por que en·este año haura muchas aguas: e lo que fuere sembrado en lugares de aguas afogar se ha: empero cata que non creas a·quien mal fiziste. E fue se el labrador pensando»