«quiça a nuestro Señor que purgasse en·esta vida sus faltas: y quiso·le penar aca y no en la otra vida: yo sin duda assi lo creo y tengo por dicho: que los tantos mereçimientos de·la reyna su mujer le ganaron esta misericordia de Dios. Que los publicos delictos de·los principes grandes assi como publicamente se dizen y se pregonen: assi publicamente dañan y escandelizan: y bien assi publica penitencia merecen:»