«desdichada princessa de Napoles cahia tan amortezida por suelo en viendo su esposo el principe tan desdichadamente vencido que a penas ni con agua de azaar la podian fazer recordar: temia y con razon grande que si delante de·la reyna de Aragon viniesse no fuesse quiça sentenciado: no fuesse a·lo·menos muerto por vengança del rey Manfredo su padre: y assi estouo en punto de·lo mandar fazer nuestra reyna: visto que le mataron el»