«grandes daños que yo tanto lloro de·la tierra por alguna forma o desconfiança ( lo que Dios no quiera ) os parecian ser impossibles de bien remediar como no lo son: los males presentes que por nuestro tiempo la religion christiana padesce no deuen quedar sin algun socorro: sean tomadas de coraçon y la negligencia toda se vaya pues el dormir en tanta pereza y en tanto descuydo se puede llamar sombra de·la muerte. Veys o»