«delante su throno. Atiendan los reyes o vos principes de cuyo sermon mio fue su comienço la exhortacion deliberada: o pues pensares con gran voluntad señores dentro vuestros coraçones quantas yglesias que fueron perdidas y quantas tierras ciudades y reynos teneys en las manos para las quitar de·los infieles que por enojo de vuestra fe sancta las han traydo tantas a su mando y tan pobladas de mucha nobleza: las quales si fueron por mar y tierra»