«que lieua tan grandes excomuniones y maldiciones que la que no lo obedesciere si mucho guardare el cuerpo perdera el alma que ha de durar para siempre, y bien como algunos que oyen pregonar con tronpetas en la corte y reynos del muy alto y muy esclarescido nuestro senyor el rey de Espanya la nueua ordenança y graçia por el nuestro santo padre de amor expedida, y havnque fingays que os espante el tal pregon como voç del dia»