«la qual ondas ligeras son mouidas e alçadas por viento de vana temor. Enbargando o deteniendo la naue del virtuoso reprehendedor contradiziendo·le el su camino e diziendo·le que faze vana presunçion en conbatir·se. Es a saber reprehender el gigante que son las grandes personas; e en su tierra es a saber en·las cosas que por natura han propria jnclinaçion. Con todo esso el virtuoso reprehendedor non duda estas ondas e Dios lo endereça»