«del pensamiento: di me amado mio: que sientes entonces de·la piedra, o ahun que opinion e parecer tienes de·las perpetuas e infinitas penas de·los peccadores e de·la muerte? Creo que de otra manera responderas. Verdaderamente yo no se fablar. Oy: e turbo se mi vientre: e mis beços estremecieron mi boz. Grande es la cosa que veo ser ante mi propuesta: veo la verdad: onde no»