«que mil vezes en vna hora: daua vida y muerte a·la sperança: que sperar el fin de su stremo conbatir a·mj era casi jnposible: y por remediar aqueste afan que tanto mi jnjenyo ocupaua: acorde retraer me en mj camara por que dormjendo quiça podrja ser de tal pena y fatigua delibre. Mas apenas el tal preposito huuo fin, la soledat enemjga de·los enamorados los quales aquella con gran diligençia açeptan:»