«amanecieron otro dia mañana delante la tienda real entraron ante el rey y tendidos ante los pies de aquel pidieron le perdon y reclamaron su clemencia real: el rey entonce no curo de·les responder por ser el crimen tan reziente y tan feo mas boluio los ojos al infante su fijo y mando que los pusiesse a recabdo: y assi lo fizo el infante: verdad es que el magnanimo rey no pudo no sentir manzilla de·la»