«la qual andando llego se gran gente al rio Danubio: el emperador fue se a poner luego al encuentro por que no pudiessen passar el agua: empero por esso tanto crecio de aquella hueste que sin temor passauan el rio a dar le batalla: y el entonce ahun que tenia mucho esfuerço no fallecia el gran peligro. La noche siguiente que las batallas ya se adreçaron desperto el angel al emperador y le mando mirar al cielo»