«dize le. Por cierto con tanta tribulacion e pena he passado esta noche que apenas podrias creer. E preguntada por la honesta muger que causa era aquella de que hauia seydo tanto tribulada: respondio la vieja. Ruego te que non digas nada a tu marido de·lo que te quiero dezir: ni te muestres a el triste ni turbada mas alegramente lo rescibe. La causa de mi tribulacion fue esta. El tiene vna»