«a encontrar los dos con los dos plançones: y el murciano fizo pieças del suyo y el don Roger le dio tal encuentro que le saco el yelmo de·la cabeça y le daño y lastimo las narizes y el rostro: y tan embuelto salio y se fallo todo en sangre que todos pensaron que le hauia muerto: y entonce el catholico rey teniendo por escandelizadas y peligrosas las tales armas porque salian de juego y de fiesta»