«tanta afecion e amor me requiere e tantas vezes que paresce que por mi amor se quiere morir: mas por amor de la castidad e por el amorio que he a mi marido: yo he menospreciado del todo sus ruegos. Dize le la vieja: amiga amada yo te consejo que lo mas presto que puedas oyas sus ruegos porque te puedas saluar que non seas tornada en otra fechura assi como mi fija fue tornada en perrilla»