«vida el estado: que sin honra y sin fama que me aprouecha ni la vida ni el reyno ni cosa ninguna? Todo me lo haueys restituydo y fasta mi mismo que nunca estuue en mi: nunca de mi supe parte ni fuy mio despues que esta mala ventura entro por mi corte. Concluydo el negocio luego los fijos vinieron ante el padre y tendidos por suelo y con gemidos y lagrimas le pidieron perdon: reconoscieron su»