«que predicadores y menores que entonce mas luzian o començauan a florecer y luzir touiessen casas entre los moros y pudiessen publicamente la verdad predicar de·la fe. Passo luego la mar el rey don Carlos de Napoles: no se que por temor ni por mengua d·esfuerço mas porque ya el jnuierno començaua d·enbrauecer y el real quedar no podia con tantas aguas como entonce descargauan: y assi el rey don Pedro se fue para Meçina»