«que de·los hombres huuieran seido Pyramos comienço e fin, si el nuestro Oliuer no lo oujera. Seguido de quales los de agora en esta parte les somos no aya yo a descobrir el secreto. Basta ya, sepan las donas nos gloriamos no de bien amar en verdat, mas de tan enganyosamente tratar·las, que ni presentes les guardamos lealdat, nj absentes firmesa, nj verdat en cosa ninguna. Antes alabamos aquell que»