«estos dos amantes: mas ninguna crueldat les pudo tanto enpeesçer que conociessen la verdad del mas culpado entre ellos. Porque cadauno dezia todas las culpas esser suyas: y como el rey viesse que no auia ningun remedio para saber la claridat d·este secreto demando conseio a sus letrados: que era lo que sobre este caso se deuia hazer: a·lo qual respondieron que en ninguna manera podian conoçer la differencia entre estos amadores: mas»