«fecha su deuota procession mouieron con alabanças diuinas para el lugar donde estauan. Y en llegando los caualleros puestas las rodillas por suelo adoraron el eterno principe Christo: y llego entonce con grande acatamiento y deuocion el tan catholico sacerdote y fincadas las rodillas y acatando al tanto principe y señor saco los corporales: y como vido que las formas stauan bueltas en sangre marauillo·se y dio vozes y dixo: mirad señores las marauillas de Dios»