«yglesia pues que por Cristo ya offrecistes de·la defender. Teneys el altura de tal poderio ( segun los sacros canones quieren ) para que mudays con aquel mismo la ecclesiastica nuestra disciplina: y lo que no pueden los sacerdotes con la enseñança de predicacion hauer ni acabar vuestras fuerças manden con el terror de·la virtud. Es cierto que vuestra dignidad y mando han de abraçar la defension de·la yglesia: guardar las viduas y los»