«no es mesclada con mentira. Las palabras d·aquel que dize segunt verdat, deuen ser sinples e syn ninguna cubierta. Di pues verdat, en tal manera, aquella como sale de tu boca, sea asy como sagramento. Que Seneca dize: aquel que dize palabras, e no han firmamento de sagramento, el sagramento d·aquel es vil cosa; bien que tu llames el nonbre de Dios adonde sea, lo otorgas,»