«tan sin coraçon como alla: mas tan denodados desembueltos ligeros y de coraçon tan sobrado y tan nunca vencido: que antes se cansan los mismos caualleros que en·ellos caualgan de pelear y vencer: que los cauallos de saltar y correr: y sacar a·la postre los señores del campo: y ahun que de muerte bueluan feridos. Los rios pues de Hespaña quan limpios y claros corren: quan embueltas sus arenas en oro:»