«fasta que llegamos en vn monasterio que tiene por nombre Quarenta Sanctos: donde nos hecha poca tardança sobimos al monte sancto Synai: passamos por entre vnas espantables rocas que arriba eran duras y fuertes y viendo lo baxo se demostrauan saltos tan profundos que a qualquier spanto pusieran: con esto hazia tan fuerte calura que todas las peñas de huego quemauan. Fallamos por este camino arriba dos fuentes de agua dulce muy fria para en remedio de tal»