«derrocar primero qualquier cauallo assi doliente: y sea rayda mucho la corba con·la nauaja: despues le jassen hondo y espesso que bien salga sangre. Y echaran encima lo dicho de·la sal vermeja y la ceniza de sarmientos negros o de planta negra estepa negra o de olzina todo rebuelto y poluorizado. Despues le deuen estregar con trapo de lana que sea muy aspro fasta que lieuen toda la carne de cabe el neruio que no»