«que se le membrasse que era madre y que por su amor que los perdonasse: ya en este medio el santo abad era entrado a·la reyna que estaua muy llorosa y triste por tan gran desauentura como le hauia seguido: y despues de la hauer consolado y puesto en mucha esperança que nuestro Señor le daria remedio pregunto le que si Dios la escapaua de tan esquiua y desonesta infamia y tan espantosa muerte y la restituya en»