«todas las gentes que juyzio tan justo e ygual juzgastes. Por grand razon deuen perder sus mantos todos los que por cubdicia e auaricia inclinados e atraydos creen que han de fallar la caldera de oro en·los pozos: segund que yo como loco e desauenturado crey. Amonesta esta fabula que non seamos assi cubdiciosos que deseemos las cosas agenas: porque non perdamos las nuestras proprias buscando las agenas: por que sobre nos non se diga»