«y en presencia de todo el pueblo assi començo la razon siguiente. La gran dignidad del nombre romano y del imperio nacio de la fuente de piedad: por ley vedando que si alguno infante matasse de capital y cruda sentencia fuesse punido: pues ya seria gran crueldad y sinjusticia que nos cometamos en los propios fijos lo que defendemos en los ajenos: que aprouecha ganar victorias de las estranjeras crueles naciones si la crueldad es vencedora de»