«no puede desconfiar de fecho tan guiado por Dios que Dios parece que le quita los enpachos delante Dios se le figura que le conuida y le llama. Embia por·ende a Carraffa su gran criado a Napoles para que sienta los animos a que parte declinan: va el Carraffa y buelue tan informado que le dizen que todos estan marauillados de tantas y tan estrañas nouedades: que todos estan como puestos entre dudas todos cuelgan y no»