«la penitencia. E assi nuestro señor primeramente demandara d·esta su azemila, si le damos de comer discretamente, nudriendo·la sin delicaduras e regalos. Ca el que da de comer delicadamente a su esclauo, despues lo siente rebelde: segun se lee a .xxix. capitulos de·los Prouerbios. Esso mismo en dar al cuerpo muy escassamente sus necessidades. Lo qual si fizieremos seremos hauidos por homizieros de nosotros mismos. Contra lo qual dize»