«mas replicando con piadosas querellas sus afanes dezia: que por amar·la razon no daua lugar deujese matar el suyo pues su lealdat vençida y no vençedora la juzgaua: que la amable senyora de·la razon y grado forçada sintiendo la voluntat del amante no menos dispuesta que la suya: deseaua aquel deporte que consuella el pensamjento de amor trauaiado. Mas entre verguença y querer se causaua en·la voluntat de·la senyora terquedat muy grande:»