«por bien que algun poste halle vuestra lengua donde la vergonçosa cara se arrime, mas como en el albidrio de cada vno dexe su voluntat si vuestra causa satisfaze esta bueno conoscer y en esto porque es de mj propio ser, o bien punir la justicia o del todo perdonar la culpa, por esso la mj bondad oluidando vuestros merescimyentos libremente os perdono la fealdad de vuestro jnnorme peccado tornand·os a muy limpia ignorancia, porque ninguna»