«cessaran los ministros del rey de encender la fornaz. Onde dixo vno. Hay ende tormentadores mas espantables que las sierpes. Difformes e negros: mas no perezosos para los açotes: los quales nunca se cansan: mas siempre se renueuan: para esto son muy feruientes para el mal e rezientes a·las penas: siempre estan entristecidos: e aparejados para ferir. Siempre estan ardiendo: e no cessan ni fuelgan jamas. E dende»