«tan grandes las marauillas de sus tiempos: por ser tan sobrados e increybles sus fechos: que reçelaron de·los saber tan bien dezir como dezir se deuian. Assi que no se atreuiendo a poner mano en aquellos touieron siempre por mucho mejor de·los callar algun tiempo discreta y medidamente que de·los osar escreuir indigna y estrechamente: porque prejuyzio grande de·las grandes fazañas pareçe mendigamente y angosta dezi·llas. Callaron otrosi nuestros fuertes antecessores»