«dixo al Ysopo: di·me verdugo: donde son los dos cueruos que viste. Dixo el: el vno volo en tanto que yo me torne a te lo dezir: dixo Xanthus: ya tienes costumbre don viejo siempre de escarnescer me con tus caçurrerias e cabilaciones: mas gualardon de tus engaños finalmente tu auras: e mando lo despojar e que fuesse açotado sin mesura. Mientra que a Ysopo le açotauan: vino vn moço»