«siguyeras no esforçara nuestra mano la qual tanto con yra sobre las nuestras jniurias recobra y tus fuertes danyos nuestro partido fortalescieron que en los cielos y en tierra no te valiste porque la justicia y verdad de·las montanyas y sierras te saco donde con tus maldades te ascondias, mas como sea yerro al enemigo despues de preso en la mano de sus contrarios jnjuriar·le, sea virtud despues de preso animar·le nosotros aquella mirando, no»