«el sabio, que te amara. Seneca dize, quien blasma el escarnidor enoja a sy mesmo, e quien castiga el malo, merca de sus estacas. No te aconsejes con los locos, que ellos no loan syno lo que les plaze; e avn guarda, que non parles con ome juglador e lleno de discordia, qu·el profeta dize: honbre que ha la lengua juglera no sera querido, ni preçiado sobre la»