«las desauenturas y aviendo perdido pareçca la cara alegre de aver ganado y no solamente se deuen azer saber sufrir los males mas havn desear·los como fe de fortaleza, y los discretos no deuen de querer la continua prosperidat sino porque en ella no se puede conoscer quien es osado, o quyen es discreto y mañoso, o todo por el contrario si Fortuna le siguyese, y como es conuenible a tiempos tener el hombre haprendido como»