«llamando le mando escojer .x. mil hombres mancebos y batallar con los enemigos porque sabia de Dios el mandado y la promesa de la victoria. Y como Barach le respondiesse que el exercito salir no deuia fuera enĀ·el campo sino que ella misma fuera con ellos dixo con yra siquier enojada: tu das a vna mujer aquella dignidad que Dios a ti ha dado y yo por cierto no la desdire: empero la gloria del vencimiento a»