«en la vigilia de·la Nauidad de Cristo Jesu fue acabada la gran fortuna y quedo en tanta bonança segura que daua enojo mas que prouecho: assi no podimos tomar algun puerto para celebrar la grande fiesta. Houo tal roydo siquier tumulto en nuestro nauio de·los galeotes que a gran pena podimos dezir nuestros officios: tanto eran las blasfemias y bozes creo por instincto del diablo se hizo como los dias solemnes suelen hazer muchas vezes. Y»